Queridísimo abuelo Carmelo:
El lunes te fuiste al Cielo. Estaba la mamá abrazada a ti en el hospital y le dije que fuera a comer algo, que se iba a desmayar. Salió ella por la puerta, y mientras me quedé contigo mirándote, te fuiste al Cielo a mi lado, con tu último suspiro. Tenías las manitas tan frías...
Abuelo, no sabes lo mucho que te queremos. Doy gracias a Dios por haber tenido un abuelo como tú, el mejor del mundo.
Me muero de pena de acordarme todos los veranos junto a ti y a la abuela, y todos nuestros domingos, sagrados, de comida familiar. No me quería saltar ni una, porque me encanta estar con vosotros.
Has dado tu vida entera por mí, por mis hermanos, por mamá y por la abuela. Tenemos tanto que agradecerte...
Estoy aquí en mi habitación mirando la mesa de estudio que me construiste. Te dije "abuelo, no tengo dónde estudiar", y tú me dijiste: "te voy a diseñar la mejor mesa para ti".
Cuando llevaste los planos al carpintero, él te dijo que jamás le habían llevado unos planos tan bien hechos.
Cuando vi la mesa montada, me encantó. Me dijiste: "La mesa la pensé alta porque tú vas a ser muy alta. Esta madera es buenísima, además te he puesto este enchufe para que puedas usar el ordenador, y esta luz indirecta para que no te de en los ojos, estas bombillas son buenísimas, te durarán muchísimo".
Y es verdad abuelo, las bombillas aún no se han apagado después de tantos años. Así eres tú, siempre dándonos lo mejor a nosotros.
Me acuerdo cuando estuve tan triste que no quería ir al colegio, y tú me dijiste: "Yo te llevaré. Todos los días te recogeré". Y todos los días madrugabas mucho, te tomabas tu café y venías a por mí en el coche, y me llevabas hasta Paterna para que no me costara tanto. Y yo tenía mal humor por las mañanas y pocas ganas, pero tú cantabas todas las canciones de la radio que te sabías. Eres tan alegre y tan bonito...
Siempre estabas sonriendo, dando ánimos a los demás, haciendo tus bromas. Siempre te prestabas tú a echar una mano por mal que te encontraras. Hace nada le estabas diciendo a mamá que le ibas a hacer tú la declaración de la renta y eso que no podías ni andar del dolor. No hay nadie como tú.
El otro día Juan, el mecánico se enteró de que estabas tan malito. Y le dijo a la mamá: "Dale un abrazo muy muy grande a tu padre de mi parte, porque muchas personas pasan por aquí y es como si no estuvieran, pero tu padre es de esas personas que deja huella, es especial."
Abuelito mío, dejas huella allá donde vas porque eres maravilloso. Tenemos la casa llena de arreglos tuyos. Y la casa del pueblo, también. Te recuerdo sentado, mirando la chimenea del pueblo, "en la silla de pensar", como dice la abuela, maquinando cómo ibas a dejar la chimenea.
Eres muy trabajador, muy legal, muy honrado. El mayor de 9 hermanos. Hoy estábamos comiendo con todos ellos y ha sido como estar contigo. Son como tú, cantarines, alegres, graciosos, bromistas, comilones y con ese acentillo de Navarra.
Cuánta gente me ha dicho: "¿Sabes que tu abuelo me dio clase? ¡Era mi profesor favorito! ¡Nos contaba muchas cosas de Estella, su tierra!"
Abuelito, dejas huella. También eres mi profesor favorito. Me acuerdo de lo poco que me gustaban las matemáticas, y a ti se te daban tan bien... Cuántos veranos hemos pasado juntos, haciendo ejercicios de mates! Dedicabas muchísimo tiempo a enseñarme y a inventarte ejercicios para que yo pudiera aprobar. Gracias por todo el tiempo que me has regalado, abuelo.
Gracias por tus regalos de Navidad, por tus cosquillas, por tus bromas, por enseñarnos tantas cosas, por tu sabiduría, por ser tan bueno con nosotros, por todo el amor que has entregado a la familia. Te quiero tanto abuelito...
Has ayudado tanto a la abuela! Cuando ella se quedó un mes en coma, tú ibas todos los días a hablarle. Te decían: "¡Carmelo, estás loco! Ella nunca despertará"
Pero tú, siempre tan positivo, decías "Sí lo hará. Ella me escucha desde el subconsciente, me escucha." Y tenías razón. La abuela se recuperó gracias a tu amor y nos disteis miles de días felices más. Cada domingo nos cocinabais un banquete digno de una boda. Salíamos rodando abuelo, cada vez que llevaba a una amiga, la pobre no podía ni con el primer plato. Los mejores chef del mundo son mis abuelos Tere y Carmelo. Abuelo, tu gorrín asado, típico de Navarra, es lo más rico del mundo.
Le hacías mil recados a la abuela para que ella no se cansara, aprendiste a cocinar por ella. Bailabas con ella en el salón, le decías "Tere, no sabes cuánto te quiero" y a la abuela le salía una sonrisa enorme.
La abuela siempre nos habla orgullosa de ti, la tienes enamorada perdida. Nos dice "El abuelo es muy inteligente, tiene una cabeza que pocos tienen. Y un corazón aún más grande, se desvive por los demás. Antes que en él, piensa en vosotros sus nietos, en su hija y en mí. Tu abuelo me emociona"
La abuela está muy triste sin ti. Estábais todo el día juntos. En cuanto salías de casa la abuela ya te echaba de menos, te llamaba por teléfono y te decía "¿Cómo vas, cariño?"
Me encantaba veros tan enamorados, me alegraba mucho el corazón.
Hace poco recé con ella, me lo pidió porque estaba triste. Y es que estáis sincronizados abuelo, cuando uno ingresa en el hospital, el otro también. Los médicos dicen: "¿Quién tenía envidia de quién?"
¡Cuántas aventuras tuyas les he contado a mis amigas, que cuando te veían era como si te conocieran! Ellas también te quieren y hoy en el funeral han estado apoyándonos. Ha sido precioso que vengan tus hermanos desde tan lejos para estar aquí. Y todos nuestros amigos, familiares... Mil gracias por venir a este día tan especial. Se ha ido una persona súper importante de nuestra familia.
Abuelito mío, no puedo ni ver la de vídeos que tengo contigo, siempre riéndonos. Tengo fotos de cuando estábamos mirando nuestro color de ojos. Los tenemos iguales, verdes y con pequitas. Mis ojos vienen de ti. Pero tú decías: "Bueno, pero los míos son más bonitos" 😊
Lo son, abuelito, lo son.
Hace nada te iban a dar el alta en el hospital y yo te daba la mano y tú me sonreías con tu típica sonrisa llena de cariño. Gracias abuelito por sonreírme siempre así.
Me acuerdo cuando de pequeñas Rocío y yo nos quedábamos a dormir en vuestra casa. Veíamos pelis juntos y la abuela decía que a ti te encantaban las pelis "de monstruitos" y que a ella le gustaban los dramas. También veías los dibujitos con nosotras y te reías. Cuando te reías todos nos reíamos porque tu risa es contagiosa.
Tenemos tu iPhone 6 plus en el salón lleno de recuerdos y de fotos de tus recetas. Y es que así eres tú: 81 años, y siete páginas de aplicaciones. Moderno como tú solo, apañao, espabilado. Sabes tú más de ordenadores y tecnologías que yo, abuelito.
Tienes a la familia muy triste. El tío Pedro Jesús, tu hermano favorito, está destrozado porque te echa de menos. Todas las semanas, pese a la distancia que os separa, hablábais por teléfono. Nos has contado tantas aventuras con él, y siempre empezaban así: "Íbamos Pedro Jesús y yo..."
Qué bien os lo pasábais juntos. Hoy en la comida me he acordado mucho de ti porque te habría encantado estar con todos tus hermanos. Yo creo que tú estabas allí con nosotros.
Abuelo, quiero darte las gracias también porque cuando murió papá, estábamos tan destrozados que la abuela y tú veníais a ayudarnos CADA DÍA a casa. Cada día abuelo. Nos habéis ayudado cada día. Hay cosas en esta vida que no se pueden pagar con nada. Tu amor vale oro. Querías tanto al papá... Siempre os reíais juntos y decías que el papá era muy buen hombre y que lo pasaste mal cuando nos dejó. Espero que en el Cielo él te haya recibido y te haya dado un gran abrazo.
En el hospital, Juan, el fisio que te atendió, había sido alumno tuyo hacía muchos años. En seguida te reconoció "¡Pero si es Don Carmelo! ¡Qué alegría más grande!"
Él te estuvo hablando largo rato y tú apenas podías hablar pero asentías con la cabeza y le sonreías. Tus alumnos siempre se alegran tanto de volverte a ver... Seguro que él se siente afortunado de esa última despedida.
Hiciste de tu casa una obra de arte. El papá te ayudó a poner el parqué y tú hiciste mil apaños más, para hacerla más acogedora. Y además colgaste esos cuadros tuyos tan bonitos.
¡Eres un artista! Nadie pinta mejor que tú! Tengo fotos de todos tus cuadros y los enseño súper orgullosa. Una vez me contaste: "De pequeño, en clase, dibujé una vaca. Y tenía la cabeza cuadrada y los niños se rieron de mí de lo mal que pintaba. Así que me lo propuse: voy a pintar bien. Y empecé a pintar al aire libre óleos, y poco a poco entendí la importancia que tienen las sombras y las luces. Y la importancia que tiene perseverar"
Te convertiste en un artista, ganaste algún premio, y vendiste muchos cuadros.
Y es que todo lo que te propones lo consigues abuelito. Tú me enseñaste a ser constante en la pintura. Tú siempre me apoyabas y me decías que siguiera pintando, que tenía talento. A ti te encantaba cuando te mandaba a tu iPhone mis nuevos dibujos. Tú siempre me apoyabas en todo, le decías a la mamá: "Irene es una chica muy inteligente, mucho." Gracias abuelo.
Y cómo no voy a hablar del amor que le tenías a la mamá, tu única hija, a la que tanto has querido y mimado. La mamá se siente afortunada por haber tenido un padre como tú. Se ha podido sentir amada y cuidada. Ella te quiere muchísimo y no puede dejar de pensar en ti.
Abuelo, tengo muchísimos WhatsApps tuyos dándome ánimos, celebrando todos mis aprobados de la carrera. Un audio de la abuela y tuyo cantándome cumpleaños feliz. Son muchas cosas buenas tuyas abuelito.
Gracias abuelo por haber entregado tu vida a nosotros, por todo el amor que nos has dado. En el Cielo te tendrán guardado el mejor puesto por todo lo que has hecho, yo soy testigo y así lo pienso.
Abuelito, queridísimo abuelo Carmelo, te quiero tanto que jamás te olvidaré. No dejaré de dar gracias por haber tenido el gran privilegio de ser tu nieta, me siento la persona más afortunada por haberte tenido tanto tiempo tan cerca de mí. Yo sé que si aquí nos cuidabas como príncipes, desde el Cielo nos vas a cuidar como reyes.
Te quiero abuelo, muchísimo,
tu nieta mayor,
Irene Vila ✨
Instagram @irenevilaurra
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Instagram de dibujos @irenevilaurragaleria
Canal de Youtube: Ciencia de ti
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Hola Irene! Que dedicatoria tan preciosa, me ha encantado. Todo lo que dices de tu abuelo, que gran persona era, y que relación tan bonita teníais. Mi abuelo (el que ha sido mas cercano a mi porque convivió 10 años con mi familia) murió hace 1 año (el día 30 hace un año) y la verdad que era muy especial también. No tuvo una vida nada fácil, cuando era muy pequeño su papá murió y empezó a trabajar en el campo con un tío que le maltrataba. Luego tuvo mucho rechazo por parte se su madre, porque se casó con una "protestante". Pese a la vida dura que llevó, trabajando en el campo toda su vida, siempre tuvo un gran sentido del humor y un carácter humilde y apacible. Conoció al Señor Jesús como su Salvador cuando se casó, ya que mi abuela era cristiana. Al principio era escéptico pero luego ablandó su corazoncito para creer en el evangelio. El día que falleció estuve en el hospital acompañando a mi madre esa noche, cantamos canciones de la biblia y oramos, él estaba ya sedado pero tenemos la esperanza de que nos escuchaba. Se fue en paz, fue un abuelito muy especial! :)
ResponderEliminarHola bonita, muchas gracias por tus palabras y por compartir conmigo todas esas cosas de tu abuelo. También era muy buen hombre. Estos abuelitos, nos dejan huellas en el corazón! Un abrazo enorme
EliminarDe nada!! Gracias a ti por abrirte también. Están en un lugar mejor. Un abrazo enorme!
EliminarHola Irene! Soy tu tío Miguel. Nos tienes en Colombia con el ojo aguado con esta carta tan bonita. El tío Carmelo era maravilloso y creo que todos los que le conocimos pasamos ratos inolvidables con él. Un abrazo muy fuerte para tí, Rocío y Pablo.
ResponderEliminarOohhh tío, qué alegría leerte! Gracias por leer mi carta. Un abrazo gigante a todos desde Valencia a Colombia :)
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